jueves, 27 de marzo de 2008

Se llama Pasión...

Lo que viví hace algunos días me hace retomar el tema del fútbol,pero más que eso, el sentimiento o la pasión que uno siente por algo. Los músicos por las melodiosas armonías, los escritores por sus elaboradas novelas, los poetas por sus emotivas prosas, incluso los reggeatoneros por sus perreos y cuanta boludes desenfrenada.


Martes en la tarde, después de una mañana muy linda junto a mi curso, partimos con mi familia a Buenos Aires.Aeropuerto de Santiago: un zoologico con animales voladores. Compatriotas, extranjeros, gente puntual, gente impuntual, sencilla, prepotente,etcétera.

Noche sofocante en Buenos Aires. A la salida de Ezeiza mato la espera conversando con el seño que llevaba las maletas.El que el haya sido de Racing Club de corazón y yo simpatizante de "la academia" fue punto de encuentro para la conversación.Esperando subir a la habitación, en la avenida 9 de Julio suenan ollas y gritos por montón, desconocía en absoluto el motivo del alboroto,hasta que leo en el diario " Crisis en Argentina por desabastecimiento de carne y leche, por problemas con los ganaderos". Esa era la razón para la disputa entre piqueteros a favor del gobierno y gente a favor de los agricultores se enfrascaran en este pugilato.Parentesis lo anterior.

Ya es Miércoles por la mañana.Recorro paseo Lavalle y Peatonal Florida en busca de algo interesante y también observar a cuanta gente transita por ahí. Encuentro lo que buscaba: camisetas de fútbol, para aumentar mi colección que me redujo un trío de desadaptados sociales.Yapa: una polera puma.

Transitan trabajadores de oficinas, caractertisticos de la burocracia, muy similar a lo que se vive en acá. Extranjeros que visitan tierras transandinas con motivos específicos, gente pidiendo guita en la calle. Gente amable que trata de hacer su trabajo de comerciante.Fernando Carvallo.Nelson Parraguez.

Seis de la tarde y esperamos el bus que nos llevará al Monumental de Nuñez, previo hostigamiento hacia nosotros de simpatizantes de blancoynegro quienes pedían "una monedita" para volverse a Santiago de Chile. Claro, la pedían con una botella de Cerveza en la mano y quizás que otras sustancias en sus bolsillos. Ese cuento del macheteo ya es viejo, al final siempre termina en lo mismo. Con una hora de retraso llega el bus(para que no se quejen que en solo Chile existe la imputualidad).Una hora la travesía hacia la cancha de River, que pasa un poco más rápida debido al ambiente de distención y "talla" que se vivía. Vamos llegando a la cancha y los hinchas de la bandasangre nos hacen sentir la localía con cantitos y gestos variados. Bajamos del bus, y nos esperaba el corralito de la yuta para entrar al estadio, otra hora más esperando ahí.Por fin subo las escaleras del coloso trasandino y ya la adrenalina iba a mil por lo que vivía.

Católica perdió y jugando mal. Pero más me quedo la sensación de sentirme forastero en la cancha de otro país, el mal trato de la federal, el ser una voz de las mil en galería visitante contra veinte mil argentinos, el alentar al equipo de mi vida fuera de los rincones chilenos, realmente valen la pena y la derrota.Con orgullo cantaba el himno de Universidad Católica, admiraba semejante ambiente. Ese conjunto de sensaciones, y el sentimiento, lo que te inspira una institución deportiva, eso, se llama pasión. Y no lo cambio por nada.

1 comentario:

Pablo Flores Pineda dijo...

El poder del Blog es que cada columna que escribes está mucho más pintada que la anterior.
Buena redacción, me gustó
Bonita experiencia.
Saludos